"Let's groove tonight, share the spice of life."
Earth, Wind and Fire
Acá va una para Sherlock… ¿Alguien se da cuenta lo poco razonable que es salir desde y hasta tan tarde? La poca rentabilidad, un déficit calcinante. Nuestros cuerpos quedan congelados como piltrafas colgadas en el frigorífico (vale decir, la bufand-ita sin tapar el cuello influye también en esto último). En fin, ¿por qué salimos tan tarde? Dalí nos observaría como un extraño devenir surrealista: sin sentido. Ni en las épocas disco, en la que abundaban la bailanta, los “oxford” y la mentalidad progre, se llegaba a casa a las 5, 6, 7 am. Veamos otro punto de vista: de lunes a viernes, nos despertamos a las ocho de la mañana para dormirnos a medianoche; el fin de semana invertimos todo el reloj interno. Estamos cansados para el boliche el viernes, y durante la semana estamos deshuesados sobre el aula. ¿Por qué tanto anacronismo? Sin embargo, encontramos la solución: siest-ita antes de descorchar la noche, siest-ita al volver del colegio para después mofarnos del youtube entero. No estoy pidiendo que intentemos plagiar a la Asociación de Té de las 5 pm Inglesa (EFTA, por sus siglas en inglés). Cada vez salimos más tarde del prebo y los boliches, en vez de rompernos la cabeza (lo hacen con la plata que gastamos) y decirnos: “Flaco, son las 3.30 andáte a pescar mojarritas”, nos dicen pasá, “2x1”, espuma, dulce de leche, etc. A la par de este fenómeno de salir a cualquier hora viene el zapping de bares; nadie se puede quedar sentado o bailante-ando en un lugar mucho tiempo. “La noche está en pañales”, y uno sigue buscando ese milagro, ese “bien ahí loca/o” de tus amigos. Uno piensa que a las 5.30 va a caer Johnny Depp o Marilyn Monroe diciéndonos: “Ey, dónde estabas man/woman”. Nuestra vida de fin de semana siempre rompe con la pesadumbre rutinaria; a veces exigimos o esperamos mucho de este “fin-de terapéutico”. Habría que buscar un equilibrio entre nuestro estudio y el tiempo libre. Quedate una noche en casa, alquila una película, ahorrá, ¡mañana la rompés!
Si olvidás la siest-ita, comés un poco antes, el día siguiente lo vivís (entender) un toque más. Basta de fotosíntesis y pasteurización en la cama.
Si olvidás la siest-ita, comés un poco antes, el día siguiente lo vivís (entender) un toque más. Basta de fotosíntesis y pasteurización en la cama.
1 comentario:
Juan...
me parece muy interesante lo que planteas.
Los felicito a todos por la revista!!!!
Saludos,
Majo.
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