martes, 21 de abril de 2009

La sonrisa

Por Mercedes Arana, 17
Una sonrisa lo dice todo, es bueno tenerla en la cara y que los demás también la lleven. Sé que es difícil cuando se tienen obligaciones y responsabilidades, ya que son hechos que a veces no ayudan a que esta figura se vea representada en los rostros de algunas personas. Pero existen quienes saben sonreirle a la vida. Sí, de esas soy yo... aunque a veces se complique, ¡Trato de aprender que no todo siempre sale como uno quiere! Tampoco esta bueno tapar la realidad cegándose totalmente, como muchos hacen. Para poder sonreír hay que sentirlo y no hay que hacerlo como una máscara únicamente para satisfacer a los demás.


¿Cuánto sonreís? ¿Quién es la persona que más sonrisas sinceras te roba en un día? ¿Podemos sonreir más, y hacer sonreir a los otros?

miércoles, 8 de abril de 2009

¿Qué es y debe ser Alta?


Estamos empezando a armar esta Alta revista y les tengo una breve reflexión:


Los temas sobre los que escribimos en Alta son interesantes y muy informativos. Muchos de ellos hablan de cosas que desconocíamos o permiten poner una opinión en papel y verla circular.


Pero lo que me parece importante recordar es que Alta es un lugar de expersión, un lugar para que nosotros hablemos de nosotros, de lo que está bien y lo que está mal, de lo que nos molesta, de lo que haríamos si pudiéramos tener la oportunidad de cambiar algo. De nuestras esperanzas y expectativas así como de nuestros miedos. De las personas a quienes admiramos o con las que discutimos.


Lo que digo es que intentemos hacer de Alta más un lugar personal, nuestro, de los jóvenes. Conversemos con gente del país, con los chicos que leen la revista.
Traigamos las preocupaciones del día a día y plasmémoslas en nuestros textos. Juguemos. Pensemos y hagamos pensar.


Por ahí piensen que no es necesario que les recuerde esto, o por ahí que lo que nos pasa a cada uno individualmente en nuestras vidas no tiene ningún tipo de valor para los demás. Por eso les pido que busquemos, y que hagamos una Alta más nuestra.

Diego González Prieto