miércoles, 2 de diciembre de 2009

Esta loca loca vida para caminar

Vivir en un circo. Vivir de la poesía o de unos cuantos acordes evaporándose en una melodía improvisada. De un pincel, unos cuantos colores y un atril. Pero no. Estudiá, formate. Formá el éxito que hay en tus manos, proyectá a largo plazo. Pensá en tu mañana, de qué vas a vivir. ¿Vocación? ¡Profesión! ¿Pasión? Por la competencia. Y vos, ¿de qué lado estás?

Más de una vez nos encontramos a nosotros mismos pensando qué hacer, por qué, qué camino tomar. Somos jóvenes, y tenemos una vida por delante. Pero “caminante no hay camino, se hace camino al andar”; ahí sonamos. Nuestro camino, nuestra elección. Nos orientan por un lado a hacer lo que realmente sentimos que debemos hacer, a elegir aquello que realmente nos haga feliz a pesar del sacrificio que conlleve. Por otro lado, crecemos en una atmósfera de muchos luchadores y pocos ganadores, de correr subiendo las escaleras para llegar arriba lo antes posible y poder sentarnos en algún almohadón que más o menos zafe para asegurarnos de poder pagar un geriátrico que llegue a los 7 puntos el día en que la fuerzas flaqueen y el mundo esté listo para otra generación. Crecemos, caminamos, corremos, picamos, descansamos y de vuelta. Que el tren no pasa dos veces, que vos tenés que ser feliz, que no se puede vivir así, que la inflación, que la pasión, que basta.

Que buscate algo que fusione ambas cosas. Me acuerdo de segundo, tercero polimodal. Más vale que me acuerdo, si fue hace un par de meses nada más. La consigna era imaginarnos trabajando en quince años, retratar todos los detalles posibles internamente: dónde, cómo, y qué nos causaba ver esa escena. Me acuerdo que fue clave para la elección de cada uno. Porque no parece, pero es difícil desenvolverse en un escenario donde no hay mucho lugar para protagonistas, y mucho para extras. No es fácil, pero tampoco imposible. Hay que apostar, pero ponerle pilas. Hay que buscar mucho, y buscarse mucho a uno mismo. No escapar de esa vocación que nos persigue como un amigo que hace mucho no vemos, saberse encontrado por algo que nos va a hacer bien, y nos va a ayudar a caminar lo que nos toque con el mejor paisaje posible.

¿Portafolio con láminas de dibujo? ¿Oficina por la tarde y taller de teatro por la noche? Vos. Sí, a vos te estoy hablando, que arrastrás los ojos sin poder definir bien tu posición dentro de toda esta ensalada, ¿de qué lado estás?

-Maru Carrera, 18.

No hay comentarios: